Siempre me ha gustado observar. El gesto antes de la palabra, el silencio entre líneas, la forma en que cambia la voz cuando alguien habla de lo que ama o de lo que le duele. Quizá por eso actúo desde niña, porque me fascina todo lo que nos hace humanos.

A lo largo del tiempo he explorado muchos lenguajes: la interpretación, la música, la danza, la cámara… en búsqueda de distintas formas de crear, entender y contar historias.

Diría que siempre he sentido afinidad por lo sensible y lo profundo. Me atrae lo que sucede en esas capas invisibles que hacen que algo sea auténtico e imperfecto.

Mi fascinación por los detalles hace que me fije en lo que a veces pasa desapercibido, y es en esa sutileza donde encuentro formas de estar y expresar.

Al final, actuar, como vivir, es solo una forma de intentar entender lo que somos.